Hecate, Diosa de las encrucijadas

Hécate es de origen pre-helénico, su culto viene de la civilización micénica y de tracia, pasando posteriormente al panteón griego y también se remonta a los Carios de Anatolia. Es una de las Diosas más arcaicas y misteriosas dentro de su mitología.
Los orígenes genealógicos de Hécate son varios y diversos por lo que no puedo fijarla en un solo grupo familiar, lo cual nos indica lo rica que es etimológicamente hablando.

*Hecate (Hrana Janto), 1997

Hécate es una Diosa oscura, y como tal es digna de mucho respeto a la hora de hablar y trabajar con ella, y por oscura no me refiero a que sea mala, si no que es una Diosa de lo subterraneo, de lo no-explorado y de la parte oscura de la luna.  Es también conocida como Diosa de las Brujas, por lo que se la relaciona con Diana, es Diosa de la muerte y de las encrucijadas y esto es lo que más me interesa destacar en este artículo. 

Ella es descendiente directa de la Madre Tierra, del cielo y del océano. Unos dicen que es hija de Zeus y por lo tanto, es el único que conoce su poder y su sabiduría. Hesíodo cuenta que es hija de Asterias y Perses, descendiente directa de la generación de titanes e independendiente del panteón olímpico.

Aún vigente entre las brujas modernas, es una de las deidades más antiguas que ha sobrevivido a los diversos cambios de credo. 

Simbología

Hécate lleva en sus manos antorchas para alumbrarnos en nuestros caminos y suele estar acompañada de perros o de un perro con tres cabezas. Lleva una diadema en la frente que la caracteriza como Diosa lunar.

Como Diosa triple podemos acudir a ella en todos las etapas de nuestra vida, ya que ella rige en la infancia, en la maternidad y en la madurez. (Aunque como regente de la Luna negra esta relacionada a la anciana y a las niñas antes de su primer menstruación). 

El arte representa también a Hécate a menudo con tres cuerpos o tres cabezas y con serpientes entrelazadas alrededor de su cuello ya que es una divinidad triforme: lunar, infernal y marina.

Genealogía

Esta gran Diosa se unió primero a Forcis (anciano hombre de mar) y engendró al mounstruo Escila, que es un ser marino con torso de mujer, cola de pez y que de la cintura le salen 6 cabezas de perros con dos patas por cabeza (es decir 12 patas en total). Esta descripción varía un poco según el poeta pero se mantiene con los mismos animales. La cola de pez nos dice que proviene de las profundidades marítimas a los que ningún mortal puede llegar, y los perros, que son símbolo de Hécate, nos indican que de ella heredó la capacidad de buscar, rastrear y ayudar.

-En todo caso, este parentesco nos muestra que Hécate es de origen misterioso, arcaico y que esta conectada con los procesos más oscuros y profundos de transformación.

También se unió a Eetes, que es la personificación de Marte en la tierra, con quien obtuvo a Circe y a Medea.

Pensemos que "la oscuridad" o "la luna negra" se unió a "Marte" que es la guerra y la fuerza, y que de ellos nacieron Medea (la inteligencia corporal) y Circe (la astucia y el engaño), que son dos Diosas hechiceras.

-Por lo que entendemos que Hécate posee fuerzas curativas. Ya que Medea nos habla de la capacidad corporal para sanarse, que necesita también de astucia y engaños para vencer a la enfermedad. Ambas poseen grandes habilidades en la elaboración de pócimas, conjuros, preparados medicinales y venenos.

En otros cantos Circe es hija de Helios y Perseis, hermana de de Eetes y Pasifae, siendo maestra de Medea (hija de Eetes) en las artes de la hechicería para consagrarla como sacerdotisa de Hécate.

- Acá podemos ver a Circe como -hija- de los aspectos más destructivos del sol y que estos aspectos destructivos apuntan a resolver algo que aun no conocemos. (Apuntan o derivan de Hécate)

 The Night of Enitharmon's Joy or Hekate (William Blake, 1795)

Según Hesíodo:

[...] Ella [Asteria], quedando embarazada, trajo al mundo a Hécate, a la que el Crónida Zeus estimó por encima de todas y le dio como brillantes regalos participar de la tierra y del estéril mar, pero también obtuvo parte de la honra del estrellado cielo y es especialmente respetada por los inmortales dioses. En efecto, ahora, cada vez que alguno de los hombres sobre la tierra quiere atraerse el favor de los dioses, realizando hermosos sacrificios según costumbre, suele invocar a Hécate. Mucha honra acompaña con facilidad a aquel cuyas súplicas acepta benévola la diosa y le otorga, además, felicidad, puesto que tiene capacidad para ello. Tiene una parte, en efecto, de todo lo que poseen cuantos nacieron de Gea y Urano y consiguieron una esfera de influencia. No ejerció con ella violencia el Crónida, ni le quitó nada de cuanto alcanzó entre los primeros dioses, los Titanes, sino que conserva lo que desde el primer momento obtuvo, y no por ser hija única la diosa participó menos de la esfera de influencia (y gloria en la tierra, en el cielo y en el mar), sino incluso mucho más, puesto que Zeus la honra [...] A quien ella desea, en gran manera lo asiste y ayuda; en el juicio se sienta junto a los venerables reyes, y en el ágora hace sobresalir al que quiere; cuando para la destructora guerra se preparan los hombres, entonces la diosa asiste a los que desea otorgar victoria y concederles la gloria. Asimismo es útil cuando los hombres compiten en un certamen, pues también entonces la diosa les asiste y ayuda y, al vencer en fuerza y capacidad, un hermoso premio con facilidad y alegría se lleva y a sus padres da gloria. Es capaz de asistir a los jinetes que quiere, y a los que trabajan en el tempestuoso mar y suplican a Hécate y al retumbante Enosigeo, fácilmente abundante botín les concede la ilustre diosa y con facilidad se lo quita, cuando parece seguro, si así lo desea en su ánimo. Con la ayuda de Hermes tiene la posibilidad de aumentar los rebaños en los establos y por lo que se refiere a las manadas de bueyes, grandes rebaños de cabras y majadas de ovejas de espeso vellón, si así lo quiere en su ánimo, a partir de pocos los hace prosperar y de muchos disminuir. [...]”. 

Antiguas creencias:

Se creía que, en las noches sin luna, Hécate vagaba por la tierra con una jauría de perros fantasmales y aulladores que precedían su aparición
Los romanos la identificaron con Trivia cuya efigie presidía las encrucijadas de los caminos, lugares vinculados con la magia. Se creía que Hécate y su jauría de perros aparecían en esos espacios apartados, que eran para los viajeros lugares demoníacos y espectrales. Allí se levantaban estatuas en forma de una mujer de triple cuerpo o bien tricéfala. Eran muy abundantes, antiguamente, en los campos, y a su pie se depositaban ofrendas.

La mitología también nos habla a veces de Hécate como una de las diosas menos conocidas, hija menor de Zeus, que había sido diosa de la Luna. En el Hades gozaba de gran autoridad, porque era conocida como la reina invencible y presidía las ceremonias de expiación y purificación de las sombras a las que se les permitía reparar las malas acciones de su vida pasada. 

Triada: Hécate - Artemisa - Selene

Hécate regía sobre el Tártaro, Artemisa sobre la luna y Selene sobre el cielo.

El Tártaro es tanto una deidad como un lugar parecido al inframundo, que era más profundo aun que el propio Hades. En antiguas fuentes órficas y en las escuelas mistéricas es también la «cosa» ilimitada que existió primero, de la que nacieron la Luz y el Cosmos.

*hecate Estatuilla de mármol romana fragmentaria, segunda mitad del s.I a.C. Leiden, Rijksmus 

¿Cómo trabajar con Hecate?

Esta Diosa rige sobre la luna menguante, porque es el momento en que la oscuridad le gana terreno a la luz. Hay que estar muy decidida para invocarla y sobretodo para enfrentarla. Ya que ella va a mostrarte lo que sea necesario que veas, ni más, ni menos, ni mucho menos lo que vos quieras ver. Invocala repitiendo su nombre tres veces y permite que ella corra tu velo para que puedas ver aun en 

las sombras, como ella, podrás caminar en la oscuridad sin 

caerte pudiendo ver al infinito.

Hécate ayuda a Demeter:

Según los himnos Homéricos Hécate se presenta ante Demeter sosteniendo sus antorchas cuando ésta se encontraba sola y abatida en la búsqueda de su hija que había sido raptada y no sabía quién era el responsable. Juntas descubrieron que el culpable fue el mismo Zeus, quien entregó a su divina hija Perséfone como esposa a su hermano Hades.

-Homero nos habla entonces, de que Hécate llega en los momentos más oscuros para traer luz cuando más lo necesitamos, si es que somos capaces de apreciarlo.

Hécate vuelve a aparecer en este himno cuando Perséfone se reencuentra con su madre: "(...) Asó entonces, el día entero, con unánime anhelo, confortaban de múltiples formas su corazón y su ánimo, demostrándose mutuo cariño. Su ánimo se liberaba de dolores, y recibían una de otra alegrías y a la vez se las daban. Cerca de ellas llegó Hécate de brillante diadema y dio muchas pruebas de cariño a la hija de la sacra Demeter. Desde entonces la soberana la procede y la sigue.(...)"

-Esto nos indica que no solo héroes y mortales respetan a Hécate, si no que los Dioses también demostrando así su gran sabiduría y grandeza.

Es necesario invocar la ayuda de Hécate si queremos emprender un viaje al Hades (el mundo inexplorado de nuestra psiquis) para no quedar atrapados en sus encrucijadas. Tal como lo hizo el héroe Eneas, padre de Roma, antes de bajar al averno en busca de su Padre. 

Antiguos Rituales

Como a esta poderosa Diosa - Hechicera se la relacionaba con fantasmas, bosques, animales salvajes como perros y lobos, solían hacerse sacrificios en su nombre de cachorros y hasta niñas.

ESTO NO DEBE HACERSE. Hécate no necesita de sacrificios ni de sangre, Hécate solo quiere que demuestres el valor de enfrentar tu propia obscuridad y que confíes en ella para llevarte a su encuentro.

Cruce de caminos

Ya en Roma, a mitad del invierno, se celebraba en su honor la fiesta de la Compitalia (fiesta de las encrucijadas).

El jefe de la familia, el "pater familias", acudía a las encrucijadas para prender de sus árboles muñecos hechos de lana que representaban a cada uno de los miembros de la familia.

Su intención era ofrecer un canje a los espíritus de la corte de Hécate; podían llevarse aquellas efigies y a cambio dejar a los vivos.

Hécate como diosa de los caminos (dibujo de Stephane Mallarmé, en Los dioses antiguos, 1880)

El diablo y Hécate

Con la llegada del cristianismo las ofrendas en los cruces de camino fueron prohibidas y paulatinamente eliminadas.Hécate logró sobrevivir a los distintos cambios de credo. Hoy en día continúa vigente, aunque el cristianismo y la cultura popular se haya burlado de esta y otras Diosas brujas , convirtiéndolas en ancianas malvadas que se disfrazaban de mujeres hermosas para seducir héroes o matar niños.

Hécate nos dice:

Hécate, de Sandra Stanton

Hécate llega a nuestras vidas en momentos oscuros y solitarios, en los que no sabemos qué camino debemos seguir. con su rostro de anciana y sus ojos fríos nos susurrará a los oídos aquellas verdades que estuvimos evitando escuchar. Con sus antorchas alumbrará nuestros pies para que tomemos conciencia del suelo que pisamos y nos alejemos de las fantasías que nos hicieron perder. Finalmente nos preguntará si tenemos el valor para seguir, alumbrados solo con la luz de nuestra antorcha en aquellos bosques inexplorados. Entonces, si es que estamos dispuestos, nos señalará el camino correcto y aunque el paisaje sea desalentador podemos confiar en ella, y en el fuego que llevan nuestras manos. 

+Escencia+

Agradecimiento especial:
A Pablo Brand por permitirme publicar mis artículos de la Diosa, a quien tanto amo, y a mi maestra de mitología Ani Zetina por traerme luz a las encrucijadas con las que me topé en el armado de este artículo.